Mateo 26:69-75

 

Pedro niega a Jesús

 

Cuando renacemos de las cenizas

El apóstol Pedro era la mano derecha de Cristo, era el líder, aquel que inspiraba respeto a los demás, el que estuvo con el Señor la mayoría del tiempo.

Sin embargo mientras estaba con el Señor él y los otros era poco lo que entendían, como se ve en la negación misma y en el camino a Emaus Lucas 24:25-32.

La negación de Pedro es muy cercana a nosotros , no siempre entendemos, no siempre hacemos lo correcto, no siempre obedecemos al Señor., está en nuestra naturaleza la desobediencia nos marca desde el comienzo de la historia en Génesis cono Adán y Eva.

La negación de Pedro nos alcanza porque es un error que el comete, es una traición al precepto divino, nosotros a veces también traicionamos, al Señor, a los nuestros, a los que no son nuestros en fin, es parte de nuestra naturaleza, ya lo dijo el apóstol Pablo en Romanos 719-24

La negación de Pedro nos ayuda a mirarnos a nosotros mismos, porque en ella vemos lo inútil que son las posiciones, los rangos, los logros materiales o sociales, no sirven de nada, ya que para obedecer al Señor se requiere valentía y honestidad, a Pedro le faltó en ese momento, ¿ cuantas veces nos a faltado a nosotros?, ¿cuántas veces callamos?, y por eso pecamos, pero lo hacemos porque no oímos a Dios, Se le dijo a Pedro que Cristo estaría con él siempre, Juan 17 la gran oración por ellos y por nosotros, ¿ le creemos?

La negación de Pedro es Esperanza

Si, Pedro no permaneció en el abismo de su pecado mucho tiempo, ya que esa prueba le enseñó acerca de su fragilidad, Es él quien nos enseña que debemos resistir a no decaer 1 Pedro 4.12 y +.

Su negación nos enseña que después de la tormenta debemos ponernos en pie, él lo hizo y en su primera predicación se convirtieron cerca de 3.000, Hechos 2:41.

La negación de Pedro nos muestra que después de la cobardía puede nacer el valor, pero mas fortalecido producto de la caída, él lo entendió así y lo demostró en hechos 4.8 y + y Hechos 5:29 y +.

La negación nos muestra que si nos arrepentimos de nuestra falta, Dios está presto a perdonarnos y ayudarnos aún con mas poder del que pudiera habernos dado antes, Pedro lo demostró la primera vez después de ser perdonado en hechos 3 con la curación del cojo, luego el Señor lo usaría en milagros y en la palabra.

Conclusión:

Una caída no es el fin, solo debemos reconocer la falta, arrepentirse, pedir perdón, creer que hemos sido perdonados y seguir sirviendo, mas agradecidos de lo que éramos antes.

 

Dios nos bendiga.

Hno. ClaudioNuñez.